Caminé, y me salió al encuentro una niña
como de nueve años que era tres años
más joven.
Seguí mi camino, dejándola atrás contra
mi corazón, y se emparejó una joven que
anduvo conmigo dos años y era como de
la misma edad.
Más allá se detuvo, deslumbrada por una
flor o un pájaro o sin darse cuenta tomó
otra senda, la eché de menos contra mi
corazón.
Y me crucé con una muchacha que se
volvió atrás sobre pasos y me
acompañó y no me dejó estar solo y yo la
retuve contra mi corazón dos años más
que yo, que no pude contra mi corazón
estar más solo.
Antonio Cilloniz
Peruano
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario