Sus ojos suplicantes me pidieron
una tierna mirada, y por piedad mis ojos
se posaron en los suyos...
Pero él me dijo: ¡Más!
Sus ojos suplicantes me pidieron
una sonrisa, y por piedad
mis labios sonrieron a sus ojos
Pero él me dijo:¡Más!
Sus manos suplicantes me pidieron
que le diera más, y en mi afán
de contentarlo, le entregé mis manos...
Pero él mi dijo: ¡Más!
Sus labios suplicantes me pidieron que el
diera mi boca y por gustar
sus besos, le entregé mi boca trémula...
Pero él me dijo:¡Más!
Miguel Magallanes Moure
(Chile)
DICE EL
Le pedí una mirada, y al mirarme
brillaba en sus pupilas la piedad,
y sus ojos parecen que decían;
¡No puedo darte más!.
Le pedí un beso, ¡Un beso! y al dejarme
sobre sus labios el amor gustar,
su cuerpo contra el mío,
me decía:
¡No puedo darte más!
Le pedí, en una súplica suprema,
que me diera su ser... y al estrechar
su cuerpo contra el mío me decía:
¡No puedo darte más!
Miguel Magallanes Moure
(Chile)
brillaba en sus pupilas la piedad,
y sus ojos parecen que decían;
¡No puedo darte más!.
Le pedí un beso, ¡Un beso! y al dejarme
sobre sus labios el amor gustar,
su cuerpo contra el mío,
me decía:
¡No puedo darte más!
Le pedí, en una súplica suprema,
que me diera su ser... y al estrechar
su cuerpo contra el mío me decía:
¡No puedo darte más!
Miguel Magallanes Moure
(Chile)
NOS VESAMOS
Nos besamos, ¿recuerdas?, una tarde
en el espejo azul de la bahía.
La gaviota del beso aún vibra y arde;
¡No a plegado;las alas todavía!.
Nos besamos,¿recuerdas?, y el poniente
sangró la primavera de sus ramos...
luego del poniente se agolpó en tu frente.
Cuando otra vez, y muchas, nos besamos.
Y yo te digo la palabra viva
en la fuga ideal de tu mirada...
(aún tengoel alma de tu amor cautiva,
o tu ya no estas enamorada...)
Ahora, lejos de ti, te besaría
en melana luminosa y brumá,
mientras rueda el azul de la bahía
la cándida gaviota de luna.
Andrés de Piedra Bueno
(Cuba)
en el espejo azul de la bahía.
La gaviota del beso aún vibra y arde;
¡No a plegado;las alas todavía!.
Nos besamos,¿recuerdas?, y el poniente
sangró la primavera de sus ramos...
luego del poniente se agolpó en tu frente.
Cuando otra vez, y muchas, nos besamos.
Y yo te digo la palabra viva
en la fuga ideal de tu mirada...
(aún tengoel alma de tu amor cautiva,
o tu ya no estas enamorada...)
Ahora, lejos de ti, te besaría
en melana luminosa y brumá,
mientras rueda el azul de la bahía
la cándida gaviota de luna.
Andrés de Piedra Bueno
(Cuba)
TE AMO
Me borraste del libro de tu vida,
más no tengo reproches que lanzarte;
si me llamé tuya y consentí en amarte,
no me muestro por ello arrepentida.
No es perenne el amor, no hay fuerza
capaz de contenplarlo eternamente...
Tú y yo nos adoramos locamente, no
importa que haya sido una mañana.
Dulce huella en mi espíritu has dejado
por que en mi corazón ¡Oh mi bien
amado!
no se abrieron las rosa de estío..
Yo no quiero no debo reprocharte,
porque espero algún día perdonarte
y llamarte de nuevo, amado mio.
Rosario Sansores
(México)
más no tengo reproches que lanzarte;
si me llamé tuya y consentí en amarte,
no me muestro por ello arrepentida.
No es perenne el amor, no hay fuerza
capaz de contenplarlo eternamente...
Tú y yo nos adoramos locamente, no
importa que haya sido una mañana.
Dulce huella en mi espíritu has dejado
por que en mi corazón ¡Oh mi bien
amado!
no se abrieron las rosa de estío..
Yo no quiero no debo reprocharte,
porque espero algún día perdonarte
y llamarte de nuevo, amado mio.
Rosario Sansores
(México)
UN DÍA DE MAYO
Nunca el sol brilló más claro,
ni el cielo fue más azul
que aquella tarde de mayo
cuando me besaste tú.
Tmblor de dicha en las
manos, en los ojos, emoción
y rebosando en los labios
las notas de una canción.
Perfume de madreselvas,
aroma suave de azahar...
Y entre los dos, un silencio
que quisimos turbar.
El tiempo se ha deslizado,
¿A donde estás? no lo sé,
pero esa tarde de mayo,
siempre la recordaré.
Rosario Sansores
(México)
ni el cielo fue más azul
que aquella tarde de mayo
cuando me besaste tú.
Tmblor de dicha en las
manos, en los ojos, emoción
y rebosando en los labios
las notas de una canción.
Perfume de madreselvas,
aroma suave de azahar...
Y entre los dos, un silencio
que quisimos turbar.
El tiempo se ha deslizado,
¿A donde estás? no lo sé,
pero esa tarde de mayo,
siempre la recordaré.
Rosario Sansores
(México)
TENGO CELOS
Tengo celos,¿no sabes?...Tengo celos
de todas las mujeres que haz amado:
de las bocas en flor, donde haz saciado
la locura de todos tus anhelos.
En mis lúgubres noche de desvelos,
me atormenta el recuerdo despiadado,
mientras mi corazón apasionado
quiere en vano luchar con sus recelos.
Cuando poso en tu faz mi boca ardiente
me parece que cruzaran por tu frente
las risueñas visiones del pasado.
Odio entonces tus brazos vigorosos
y aborrezco tus ojos luminosos,
donde tantas pupilas se han mirado.
Rosario Sansores
(México)
de todas las mujeres que haz amado:
de las bocas en flor, donde haz saciado
la locura de todos tus anhelos.
En mis lúgubres noche de desvelos,
me atormenta el recuerdo despiadado,
mientras mi corazón apasionado
quiere en vano luchar con sus recelos.
Cuando poso en tu faz mi boca ardiente
me parece que cruzaran por tu frente
las risueñas visiones del pasado.
Odio entonces tus brazos vigorosos
y aborrezco tus ojos luminosos,
donde tantas pupilas se han mirado.
Rosario Sansores
(México)
ELLA
En los ojos y en alma bella,
radiante como las nebulosas
ella.
Arbol y chispa, pradera y rayo,
es para el fuego de mi alegría,
ella.
Llamarada negra que destella,
suelta a la brisa su cabellera,
ella.
Por mi vida pasa incandescente,
luna que cruza, noche que incendia,
ella.
radiante como las nebulosas
ella.
Arbol y chispa, pradera y rayo,
es para el fuego de mi alegría,
ella.
Llamarada negra que destella,
suelta a la brisa su cabellera,
ella.
Por mi vida pasa incandescente,
luna que cruza, noche que incendia,
ella.
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